domingo, 18 de marzo de 2018

La carcel resocializa

El art 18 de la Constitución Nacional prohíbe las torturas, los tratos crueles e inhumanos y ordena que las cárceles sean sanas y limpias. Pero la ley no es absoluta y como dicen muchos reconocidos juristas, es un ideal que lejos está de la realidad que se enfrenta a diario en la sociedad argentina.
En principio la cárcel es un lugar de tortura, no solo porque la persona privada de su libertad está obligada a vivir con personas desconocidas sino porque además las condiciones de dicha convivencia son inhumanas.
En la cárcel no hay alimentación básica que le permitan al cuerpo y a la mente funcionar diariamente con normalidad. Los espacios son pequeños, húmedos y con mínimos mobiliarios. Las camas no logran alcanzar el mínimo de metros que tiene una persona con estatura estándar así que si medís mas de 1.60 mts, tus pies duermen afuera. Los colchones de lana miden 3 cm de alto en una cama de cemento o de caño en el mejor de los casos. No hay elementos de higiene ni de limpieza, se convive con toda clase de plagas y la violencia del personal para con el interno roza la misoginia y el odio irracional. El sistema educativo funciona en las modalidades primaria y secundaria pero en lo terciario o universitario muchas cárceles carecen de oferta educativa por lo que las posibilidades se reducen a los cursos de formación profesional. Pero aunque alguien haga todo tipo de intento por capacitarse, una vez que pasa el portón del penal y pisa la “calle” en libertad, no encuentra trabajo; y es que en general nadie esta dispuesto a contratar a un ex convicto o convicta.
La sociedad se empeña en hablar de reinserción al tiempo que marchan con pancartas pidiendo prisión perpetua sin ningún tipo de beneficio en materia de progresividad de pena y se rajan las vestiduras cuando se enteran de las torturas que existen en un penal, pero nadie está dispuesto a dar una nueva oportunidad a quien pretende reinsertarse; por las dudas, vistes!
En la cárcel todo es diferente. Se habla diferente, se come diferente, se viste diferente, tienen valores diferentes y se vive diferente… y el sistema no es matemático. A veces si te portas bien, trabajas y estudias el juez decide no darte la libertad porque se peleó con su esposa y su mal humor lo desquita con el “preso”; otras veces no la dan porque creen que 10 años preso no alcanzaron para que el recluso se haga una autocrítica;  y otras, irónicamente, porque se portó muy bien y demostró adaptarse al sistema, sí, ha existido este tipo de consideraciones en un juez. Pero jamás se tiene en cuenta que en realidad cada minuto el interno esta adaptándose, resocializándose y preparándose para lo que será su vida en libertad.
¿Cuántas personas estarían dispuestos a vivir 3, 5 o 10 años con una persona que no conocen y con quien no simpatizan? ¿Cuántos estarían dispuestos a comer fideos con gorgojos, arroz con hormigas, carne podrida o pan mohoso, por dar solo algunos ejemplos? ¿ cuántos ciudadanos, de esos que enarbolan las banderas de la justicia, esta dispuesto a bancarse un dolor de muelas, una gripe, la amputación de un miembro o un cáncer sin siquiera ser atendido por un medico?¿cuántos soportarían ganar 35 pesos mensuales que es lo que se paga de sueldo en una cárcel de la provincia de Bs As? ¿Cuántos creen poder soportar vivir encerrado en un espacio de 2 x3 mts con una linterna alumbrándole la cara cada 4 horas? ¿cuántos se bancarían que una cucaracha les camine el rostro mientras duermen o una rata pasee por la mesada donde esta la carne que están a punto de cocinar? ¿Cuántos soportarían que los humillen, los avergüencen, los exploten, los maten a palos o los dejen tirados al sol cuando el cuerpo dejó de respirar? Y sobre todo ¿Cuántos, de los que serian capaces de soportar semejantes vejámenes, lo harían sin siquiera quejarse, sin alzar la voz, sin reclamar? ¿hasta donde crees que el cuerpo puede soportar?
Así se vive cada día en una cárcel argentina, lo reconozcan o no. Eso alcanza para demostrar que cada segundo el preso intenta reinsertarse porque de lo contrario deberíamos hablar de tortura, tratos crueles y el blablabla que  viola lo que establece la ley suprema de la nación.
No se reconoce, es más fácil decir que ellos tienen la culpa, que se lo buscaron, que es lo mejor. Y sabes que no, la justicia tampoco es matemática por eso muchos no se lo buscaron, no tienen la culpa. Para muchos no es lo mejor porque no eligieron nacer en familias disfuncionales muertos de hambre ni tampoco ser adictos a la chatarra que te regalan en cualquier esquina del barrio justamente para seguir fomentando el encierro de los mas vulnerables. No eligieron ser padres adolescentes ni tener necesidades básicas insatisfechas. No eligieron las penas mas duras para los delitos que solo  cometen las clases mas bajas ni eligieron excarcelar los delitos que cometen el sector alto de la sociedad o los de mejor posición económica. Algunos no eligieron, sino que justo pasaban y justo se necesitaban… algunos son inocentes y otros culpables. Muchos son pobres y poquísimos ricos. Pero todos sufren… y a nadie le importa.
El que dice que pasar por una cárcel no te forma, miente. Lo dice porque trabaja ahí o porque nunca estuvo ahí. El que estuvo preso sabe que la cárcel te enseña a convivir con el peor del mundo, te enseña a administrar lo poco o mucho que tenes, te enseña a negociar con tus pares y con los de mayor jerarquía, te enseña a soportar por amor, a soportar por temor o a soportar por un anhelo ferviente del corazón. Te enseña a valorar la familia, la compañía y el abrazo fraternal; te enseña a buscar alternativas, a capacitarte para alcanzar una meta, a persistir en la lucha silenciosa o en el reclamo a viva voz, te enseña a valorarte y a respetarte. Te enseña a luchar, a prevenir y a buscar soluciones.
La cárcel forma de una manera violenta, cruel, devastadora y es que, cuando llega la tan ansiada libertad, el preso se enfrenta a una sociedad violenta, cruel y devastadora, lo reconozcan o no. Y es ahí cuando te das cuenta que la cárcel te resocializó.


En nombre de Rodry Borquez, un pibe de bien

El fallecimiento de Rodrigo ha despertado muchas inquietudes en la gente. Algunos lo usaron para concientizar sobre el consumo de gas butano y las consecuencias que esto genera en el cuerpo humano pero hubo tantos otros que lo utilizaron para prejuzgar sobre la vida y obra de alguien que jamás conocieron.
Hace un año que Rodry, como le decimos los que lo amamos, paso a ser invisible. Sí, invisible… porque nunca dejó de existir en nuestras vidas ni en nuestra cotidianeidad. Y jamás lo hará, porque aquello que es bueno nunca muere.
En este primer aniversario quiero hacerles un regalo, les voy a regalar el privilegio de saber quien es Rodry, de conocerlo y de paso concientizarlos para que la próxima cosa que suceda en cualquier ámbito de la vida de alguien, las opiniones sean fundadas, conociendo de lo que se habla y de quien se habla.
A la gente no la define su final. Sino su día a día. No somos un nombre y apellido ni una droga ni un error que cometimos; eso sólo es algo más del conjunto  de cosas que nos define. Somos lo que dejamos en los demás… Y Rodry dejó tanto amor sembrado que hoy es tiempo de cosechar.
El 10 de marzo de 2017, Rodry murió por ingerir gas butano pero eso no lo hace un drogadicto como tampoco el hecho de que su mamá estuvo mas de 2 años presa por vender narcóticos. Rodry nunca consumió ni drogas ni alcohol y eso es lo que dice su autopsia.
Ese día, y solo ese día, ingirió una sustancia que lo mató y está en duda que la haya ingerido solo porque se cree que fue inducido por un tercero. Su autopsia revela que Rodry nunca consumió alcohol ni ningún tipo  de droga existente en el mercado ilícito. Ninguna! Para ser específico dice “En la muestra del líquido extraído del esófago y del contenido estomacal analizado NO SE HA CONSTATADO la presencia de ninguna sustancia”.
¿Por qué ese día? ¿Por qué esa droga llamada gas butano? No lo se, la justicia está investigando porque la familia decidió presentar una querella para explicar porqué la autopsia revela que Rodry tenia golpes en sus piernas, en su labio izquierdo, en su abdomen y en su cabeza. Porqué no aparecieron quienes estaban con él ese día y quienes llamaron a la Ambulancia que lo asistió y porqué desapareció el sueldo que él tenia en el bolsillo.
Rodry es un buen amigo, un buen hermano y un buen hijo. Sus bromas, su risa picarona, su amor por la familia y los animales, y su lucha constante por superarse y ser alguien en la vida, aún revolotean alrededor. Puede que su entorno haya sido un “desastre” para los parámetros sociales establecidos. Pero él no lo era.
Como muchos, tuvo una vida difícil. Perdió a su papá, su hermano tenia varios problemas de salud que a él lo preocupaban y su mamá estuvo presa por más de  tres años en el penal de Villa Floresta. Pero lejos de derrapar, Rodry siempre se mantuvo centrado y convencido de que su vida no estaba definida por esos sucesos. Su madre era su mamá, la defendía a capa y espada pese al error que cometió y por el cual estaba en prisión;  todos los jueves, sábados y domingos durante mas de 3 años, Rodry la visitaba en la cárcel junto a su abuela materna. No faltaba nunca y era sumamente controlador del tipo de conducta que su mamá tenía, al punto de decirle qué tipo de ropa debía ponerse. Fue el elemento fundamental para que su madre se resocialice y pudiera cambiar de vida. Incluso decidió festejar su cumpleaños en el penal junto a ella con una torta de Olimpo, su equipo de futbol favorito.
Nunca se excusó en sus malas experiencias de vida ni se victimizó para justificar ninguna conducta impropia. El no consumía y punto. Es lo que eligió: vida sana, trabajo y estudio para ayudar a su familia y progresar.
Amaba los animales y el licuado de banana. Su debilidad, como consta en su autopsia, nunca fue la droga o los excesos; más bien los sándwiches de miga, compraba una docena y como buen caballero, se resistía y comía uno solo para que los demás también degustaran ese manjar. Si sobraban, cual si fuera un niño, abría la heladera buscando uno mas y otro mas hasta que, bueno, ya no quedaba ninguno.
Cada persona que lo conocía terminaba por quererlo. Comprador al mango, sincero y solidario. Su simpleza conquistaba corazones sin que se lo propusiera. No escatimaba en dar hasta lo ultimo que tenia con tal de sembrar un ápice de alegría en una vida desdichada.
A todos aquellos que hablaron sin saber, que opinaron  y criticaron sus acciones, sus actitudes y hasta su muerte sin siquiera conocerlo, les digo que Rodry los perdonaría, se reiría de cada palabra sin sentido aunque le doliera la injusticia pero era lo suficientemente sabio para saber que no se debe sufrir por la ignorancia de los demás. Tomaría un sándwich de miga de la heladera, se sentaría en un sillón y seguiría escuchando La Beriso con su sonrisa picarona, consiente de tener la capacidad  intelectual, la habilidad y la educación necesaria para saber que valía más que el envase superficial que la gente usa para proyectar en él las miserias propias. El es libre Y SANO… De verdad y con papeles en mano. Una vez mas Rodry les cerro la boca a varios.








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